BLOGSOSTENIBILIDAD

¿Cómo puede ayudar la tecnología a mejorar el transporte sostenible?

El transporte sostenible lleva siendo un tema complicado desde hace tiempo. Las sociedades modernas exigen un alto grado de movilidad de diversos tipos. Esto hace imprescindible un sistema de transporte complejo y adaptado a las necesidades sociales, que garantice la circulación de personas y el transporte de mercancías de forma segura y económicamente eficiente. Además, éste debe estar sujeto al volumen y la diversidad de las demandas actuales.

No obstante, los actuales sistemas de transporte masivo presentan importantes problemas debido a su impacto en el medio ambiente, así como por su prejudicialidad para la salud humana (mental y física).

Y es que nuestro actual modelo de movilidad parece haberse vuelto extremadamente dependiente de los vehículos privados, lo que condiciona nuestro estilo de vida, nuestros desplazamientos y la organización de nuestras ciudades. Esto repercute también en la forma en que desarrollamos y gestionamos el uso sostenible del suelo en las zonas urbanas y sus alrededores en expansión.

Es por ello que el transporte sostenible es de vital importancia para nuestro planeta, pues nos permite:

  • Reducir la huella medioambiental
  • Crear menos congestión
  • Ahorrar dinero
  • Crear puestos de trabajo
  • Mejorar la salud de los ciudadanos

Pero, ¿cuáles son las claves para lograr un transporte más sostenible?

Acelerar la adopción de vehículos más ecológicos y combustibles más limpios

Los vehículos eléctricos ya han empezado a influir en nuestro sistema de transporte.

“En 2030, los coches eléctricos representarán alrededor del 28% de las ventas de coches nuevos, un aumento significativo en comparación con el 2,7% de aumento de ventas previsto para 2020.”

Tras reconocer el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero, las empresas de servicios públicos de las ciudades y las agencias de transporte están convirtiendo las flotas de vehículos públicos convencionales en vehículos electrificados, una medida que acelera la adopción de vehículos eléctricos, impulsa la economía y, a su vez, cumple con los objetivos de equidad social.

Desarrollar asociaciones para la electrificación

La descarbonización requiere estrategias como la electrificación y la conexión de innovadoras soluciones de movilidad. A menudo, el éxito depende de las asociaciones entre grupos que tradicionalmente no han trabajado juntos y de incentivar los riesgos y recompensas compartidos que impulsan la innovación.

La colaboración entre las empresas de servicios públicos, las ciudades y los propietarios de flotas públicas y privadas garantiza que éstos se planteen cuestiones clave como la salud pública, la accesibilidad a los servicios de movilidad, el empleo y la equidad en las decisiones sobre infraestructuras.

Planificar el futuro de las infraestructuras de energías limpias

Una estrategia cohesionada de desarrollo de infraestructuras es esencial para permitir el uso de energías limpias en nuestras redes de transporte. Estas estrategias deben extenderse más allá de las fronteras e incluir los servicios públicos que proporcionan la energía para los vehículos, haciendo que los vehículos eléctricos sean más asequibles y rentables. El objetivo es poner en marcha una infraestructura que apoye una serie de soluciones de energía limpia que incluya microrredes, vehículos a la red, generación de energía renovable, así como instalaciones de carga e infraestructura inteligente para los vehículos eléctricos.

Una red de transporte más resistente y sostenible requiere un enfoque a varios niveles. Con un sólido ecosistema de soluciones de energía limpia, los socios, incluidos los organismos de transporte público, las empresas de servicios públicos y los inversores privados, podrán sacar provecho de una tecnología que consiga mejorar la eficiencia y las operaciones.