¿Se está haciendo una correcta gestión de la flota para garantizar la seguridad de los conductores y evitar el aumento de las primas de seguros?
Las empresas que tienen flotas de vehículos son claramente conscientes de cuáles son sus requisitos legales cuando se trata de la gestión de la seguridad vial.
Una reciente investigación de TomTom descubrió que 91% de las empresas incluye la seguridad vial relacionándola con el trabajo dentro de la política general de salud y seguridad, mientras que los controles de seguridad en el vehículo regulan la conducta en un 97%.
Ambos controles de seguridad son obligatorios según dicta la legislación laboral vigente, por lo que es alentador ver que muchas empresas estén tomando las medidas necesarias.
En definitiva, el vehículo es considerado como un lugar de trabajo, por lo que los empleadores tienen el deber hacer una correcta gestión de la supervisión de sus conductores y asegurarse de esta forma la reducción de riesgos relacionados con este entorno, desde la programación de controles de mantenimiento regular hasta asegurar que las cargas estén bien fijadas, no excediendo los límites de peso.
Aunque se estén realizando todos estos esfuerzos en aras de una mejor gestión de la flota se sigue viendo como siguen aumentando las primas de las compañías de seguros.
Casi la mitad de las primas de seguro de las flotas encuestadas han aumentado en los últimos años, una situación que podría evitarse a través de un enfoque más integral sobre la gestión del riesgo, en lugar de centrarse exclusivamente en los requisitos legales, sería mejor seguir luchando por un mejor enfoque en la práctica.
Esquemas como el programa de excelencia “Van” de la Asociación de transporte de carga han sido forjados por esta razón, alentando a los operadores para ir un paso más allá para garantizar los más altos estándares operacionales posibles.
Más allá de establecer una política de gestión de la seguridad vial y la realización de controles del vehículo, se trata de un examen más en el comportamiento de los conductores.
“Actualmente, un tercio de los accidentes por carretera están relacionados con el trabajo y los errores de los conductores sigue siendo la principal causa en las colisiones”.
Sólo el 44% de los encuestados hizo uso de la tecnología para supervisar el rendimiento como un mecanismo de gran alcance para mejorar la gestión de la seguridad al reducir el porcentaje de colisiones y controlar las primas de seguros, ya que la gestión da acceso a datos procesables en todos los aspectos de rendimiento y permite identificar los casos de exceso de velocidad, movimientos bruscos o el frenado de la conducción.
La retroalimentación en tiempo real también permite al conductor realizar cambios sobre el terreno, mediante alertas audibles en su dispositivo de navegación.
La gestión alineada a la formación de los conductores da una visión valiosa, ya que los datos están destacados en las áreas donde es necesaria una atención especial, permitiendo formar informes para una asignación más eficientemente, controlando la formación a través de cualquier problema que puedan surgir.
El resultado de todo esto es un equipo de trabajo más seguro, más eficiente y con un perfil de riesgo significativamente menor. La capacidad de demostrar tales mejoras a un asegurador podría significar también una reversión de la tendencia actual sobre los costos de calidad, con un número de esquemas que ahora se ofrece para ayudar a las empresas a reducir sus costos tomando medidas claras para reducir el riesgo y haciendo la flota más eficaz en cuanto a su gestión.